Niños Altamente Sensibles (NAS)

Niños con Alta Sensibilidad NAS

NIÑOS ALTAMENTE SENSIBLES
(NAS)


Nada diferencia el rasgo de Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS) en una Persona con Alta Sensibilidad (PAS) de los NAS (Niños Altamente Sensibles).
El rasgo es el mismo. La diferencia está en que en el niño está menos influenciado por la parte contextual (ambiente, entorno, educación), o sea, que aún no está tan conformado el carácter, y el temperamento se ve en su máxima expresión, siempre y cuando se permita y acompañe adecuadamente.

En la película de Hayao Miyazaki, "Mi vecino Totoro", muestra un ambiente lleno de naturaleza, libertad, exploración, imaginación, donde los adultos juegan un papel de figuras de autoridad y seguridad, y desde ese liderazgo y seguridad que proporcionan, sueltan su control y permiten que desarrollen su autonomía a través de las relaciones y el juego.
Todos los niños expresan sus emociones y pensamientos sin miedo, tienen responsabilidades como los adultos, toman la iniciativa y toman decisiones, hablan de situaciones difíciles y se enfrentan a ellas como pueden y saben.
La situación no es fácil, pero a los niños se les hace partícipes y los exponen a la realidad con naturalidad y aceptación.

Actualmente nos encontramos con pocos ambientes que se parezcan, y para los NAS, el contexto en el que crecen, juega un papel esencial en el desarrollo saludable del rasgo de Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS).
Desde este punto de partida iré desarrollando qué podemos hacer para ese óptimo desarrollo, y como, la suma de pequeñas acciones pueden cambiar el bienestar de los NAS, tanto en su infancia como en la conformación de las bases para su adultez.

 

Cuando la Alta Sensibilidad la reconocemos en la infancia, para los que ya nos hemos identificado con el rasgo de Sensibilidad de Procesamiento Sensorial y nos identificamos con ser PAS, la detectamos a la perfección.

Tenemos un detector que nos hace ver que esa personita hace cosas que nos recuerda a nosotros.

 

La Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS) es un continuo, por lo que cada persona tendrá un grado distinto de sensibilidad, dependiendo de su contexto.

No todos los Niños Altamente Sensibles van a tener el mismo grado de sensibilidad ni en todos los aspectos, al igual que ocurre con los adultos.

 

El inicio del curso escolar es una época de adaptación, por los cambios y los niveles de estrés que suponen, especialmente para las personas que acompañamos a los niños y para los NAS.

Padres, personal educativo, terapéutico, sanitario, estamos en contacto con Niños Altamente Sensibles que necesitan ser acompañados de una forma adecuada, sin saber muy bien a veces, cuál es esa forma adecuada.

 

Su personalidad desde pequeños los hace diferentes al grupo «normativo o neurotípico». 

 

Cuando una persona es niño o adolescente, se hace más evidente la necesidad de sentirse IGUAL A SUS IGUALES y querido de forma incondicional por sus adultos de referencia, pero en los casos de NAS, sus rasgos diferenciales los hace en ocasiones sentirse raros, extraños y alejados de sus compañeros de escuela, hermanos, etc…Se hace particularmente evidente en los NAS que además, son tímidos.

Estas diferencias «duelen» de una forma especial a los NAS, porque se sienten rechazados, ya que «molestan más» porque se quejan más que los demás niños. Les cuesta más todo, se asustan o emocionan más, requieren más tiempo, más energía y más presencia…

Normalmente, los NAS suelen desear ser de otra forma, tener otra personalidad. «No se aceptan» porque se han acostumbrado a sentir «rechazo, agotamiento, e incomprensión», sufren con más intensidad y más frecuentemente (en muchas ocasiones lo pasan realmente mal por cosas que para los demás son incomprensibles y exageradas), y para los adultos es muy cansado e intenso acompañar a sus pequeños NAS, sumado a la vida laboral, familiar, con todas las responsabilidades que conlleva.

Si el adulto, además, es Altamente Sensible como sus hijos, necesitará también momentos de silencio, de calma, más descanso y rutinas para poder acompañar a los NAS, y no siempre es tarea fácil ni en determinados momentos es posible.

 

eNTONCES...
¿CÓMO LO HACEMOS?
¿QUÉ PUEDE AYUDAR A LOS NAS de forma práctica y realista?

NECESIDADES DE LOS NAS NIÑOS ALTAMENTE SENSIBLES

Necesitan aprender Gestión Emocional

Los NAS, al ser emocionalmente muy intensos (por ejemplo, pasan de la alegría al llanto con rapidez), necesitan aprender qué significa cada emoción, para qué sirve y, aprender a sostener y soltar las emociones. 

El aprendizaje de que no pasa nada por sentir cualquier emoción, que las emociones no hay que reprimirlas ni negarlas sino que detrás de las emociones hay necesidades que tenemos que cubrir. Estas necesidades son muy importantes para disminuir las emociones que nos producen malestar y fomentar las emociones que nos proporcionan bienestar.

De una forma especial, incidir en el trabajo de gestión emocional con las emociones que captan de los demás, ya que les afecta mucho el estado anímico de todas las personas y suelen contagiarse emocionalmente.

 

 

Necesitan aprender técnicas de Relajación y establecimiento de rutinas diarias

A los NAS les cuesta mucho relajarse al final del día, parar sus pensamientos e imaginación y poder dormir en calma. 

Es necesario, para llegar al final del día con un nivel de activación regulado, hacer pequeñas pausas a lo largo del día en silencio, a solas, con actividades relajantes que les permitan bajar su nivel de activación de forma frecuente. 

El aprendizaje de técnicas de relajación, de meditación, les ayudan mucho para regular la sobre activación diaria, y es una buena rutina antes de dormir.

Los NAS reciben muchos más estímulos que el resto de niños, se sobre-estimulan con mucha facilidad y a mayor sobreestimulación, más activación del sistema nervioso, más reactividad, con lo que los problemas de sueño, rabietas, alteraciones del ánimo pueden presentarse al acabar el día. 

Establecer rutinas diarias (a ser posible presentadas visualmente para que vean la secuencia de lo que va a suceder), donde ellos puedan predecir sin sorpresas lo que va a ocurrir, también les proporciona mucha seguridad y tranquilidad a lo largo del día.

 

Necesitan plasmar sus inquietudes: Llevar una pequeña libreta y/o cámara de fotos

Los NAS, como los PAS, perciben todas las sutilezas del entorno. 

Podemos encontrar niños que a cada paso se paren porque van encontrando diferentes tipos de bichos, chicles pegados en el suelo de diferentes formas y color, grietas curiosas, etc…. 

Pueden encontrar «fallos o elementos extraños», miradas raras en otras personas, que pueden causarle mucha frustración por no saber expresarlo con palabras o porque aún no son muy conscientes de porqué tienen ese malestar. 

Para ello, para darle libertad de expresión emocional, algo tan sencillo como llevar una pequeña libreta donde poder dibujar lo que observan o sienten o una cámara de fotos para que inmortalicen sus observaciones y puedan seguir su camino. 

Esto les hará más fácil su gestión emocional y de pensamientos y nos servirá para poder reflexionar después con sus creaciones.

 

 

Necesitan regular su exposición al ambiente y los estímulos: Adecuar los estímulos en lo posible y exposición gradual para desensibilizarse poco a poco

Los NAS perciben más luz, más sonidos, más texturas en los alimentos y en la ropa, más olores…y toda esta percepción sensorial puede llegar a sobrecargarlos, abrumarlos, y provocarles más rabietas, dolores de cabeza o de barriga, ponerse muy nerviosos sin que los adultos sean muy conscientes de qué les está pudiendo suceder, y ellos, si son muy pequeños, sin saber expresar con precisión lo que les ocurre. 

Si detectamos, por ejemplo, que el ruido producido dentro de un centro comercial lo pone muy nervioso, limitar el tiempo que permanecemos dentro, e ir probando cada vez más tiempo para ver cómo lo tolera. Al igual con alimentos, la arena de la playa, lugares con olores fuertes, etc…

 

 

Necesitan ambientes «sensibles» y autonomía

Por lo general, la sensibilidad en los NAS hace que les encante la naturaleza, el Arte, la música, y los animales. 

Exponerlos y rodearlos de todo ello les equilibra a nivel psicológico y emocional. También son niños que disfrutan con la libertad y la exploración, tienen mucha necesidad de descubrir (especialmente los que son más extrovertidos y exploradores) y permitirles su espacio les hace ganar mucha confianza y autonomía.  

A los que son más tímidos o que les cuestan más los cambios, darles tiempo y confianza en que lo van a lograr (más despacio, pero lo conseguirán como los demás), acompañarlos en sus emociones sin forzar, permitirles llevar consigo a los viajes o lugares nuevos, juguetes o elementos que les proporcionen seguridad, mantenerles las rutinas pese al cambio de casa, colegio o viaje.

 

 

Necesitan aprender Técnicas de Resolución de Problemas y aprender a gestionar los conflictos.

Los NAS tienen un sentido de la justicia y el orden muy alto. 

Necesitan percibir una justicia social y un orden incluso armónico en su ambiente, que les proporcione el equilibrio que necesitan.  

Si perciben injusticias, tanto hacia ellos como hacia los demás, no tendrán problema en defenderlo aunque pudieran verse perjudicados. Si no son capaces por su timidez o por la situación, pueden sentirse realmente dolidos y furiosos. 

Pueden tener más conflictos con sus iguales o con figuras de autoridad si los perciben como injustos. Les cuesta aceptar las normas que perciben «sin sentido». Necesitan entenderlas y como tienden a profundizar en todos los temas que le ocupan o preocupan, las incoherencias las detectan con más facilidad. 

Ayudarles a calmarse antes de hablar, a escribir lo que quieren decir antes de decirlo con tanta emocionalidad, a expresar con precisión que quieren decir (estructurar el pensamiento), les aporta seguridad y confianza en sí mismos en situaciones de conflicto o donde tienen que resolver una situación que les genera un problema.

Disfrutan con ejercicios o historias sobre «problemas morales» donde se aprenden conductas morales y éticas, valores que impliquen el bien.

 

 

Necesitan ambientes donde se les permita equivocarse y la exposición al error y más tiempo para terminar sus actividades

Los NAS suelen tener muy baja tolerancia al error por ser «altamente perfeccionistas». 

Los errores les duelen de forma especial, no les gusta nada equivocarse o hacer algo que no procede en ese momento, lo que les lleva a evitar muchas veces actividades que conlleven una alta tasa de error. 

La mayor percepción de sutilezas, la necesidad de orden y equilibrio, producen una búsqueda de perfección en la ejecución de cualquier tipo de tarea (clasificar, ordenar, dibujar, realizar una redacción o cálculo, etc…). 

Si sienten mucha presión por la finalización de la tarea, se estresan aún más porque temen equivocarse y llegan incluso a bloquearse o a negarse a realizar las tareas que tienen previstas. 

Pueden llegar a poner excusas de otro tipo para no tener que exponerse al error o a la imperfección, por el malestar tan alto que les provocan. 

En situaciones estresantes o de mucha presión tienden a bloquearse y, en estos casos, sería ideal trabajar técnicas de relajación.

 

 

Necesitan tener espacios con libertad, espacios creativos

Los NAS tienen un nivel de imaginación muy alto. 

Pueden pasar horas imaginando, creando historias. 

Los juegos de piezas tipo lego, juegos de rol con muñecos, modelado de plastilina o arcilla, la pintura, el teatro, los instrumentos musicales, son actividades que les llenan profundamente. 

Suelen hablar con sus muñecos y mascotas como si pudieran entenderles y la relación con éstos está llena de emocionalidad y significado. Entenderlo y dejarles libertad para ello, les hace sentir comprendidos y les gusta compartirlo.

Pueden llegar a ser muy traviesos por intentar poner en práctica todo lo que se les pasa por la imaginación, por lo que proporcionarles espacios «con pocas normas», donde puedan jugar con libertad, les ayuda a expresarse emocional y creativamente (por ejemplo: zonas en casa donde puedan pintar sin miedo a ensuciar).

 

 

Necesitan tener acceso a Libros, bibliotecas, y mucho diálogo

Los NAS se cuestionan todo con mucha profundidad y les gusta llegar al fondo de los temas. 

Les encanta hacerse preguntas y reflexionar sobre temas como la muerte, la amistad, el amor, el universo, el funcionamiento del cuerpo humano… 

Se hacen preguntas y hacen muchas preguntas que parecen hechas por científicos. Es por ello que aprender a mantener diálogos con ellos, donde les demos nuestros puntos de vista con honestidad y reflexividad, llevarlos a bibliotecas y librerías donde puedan encontrar libros que les proporcionen respuestas y den cabida a su curiosidad natural, calmará su necesidad de profundizar insistentemente en temas no resueltos, evitando así la rumia mental.

 

 

Necesitan aprender a poner límites y a pedir ayuda

Los NAS, de forma natural, poseen una gran empatía y un sentimiento intenso de responsabilidad, ya que, al ser más conscientes de los sentimientos de los demás, les hace sentir que tienen que hacer algo por ellos. 

Es frecuente que suelan sentir mucha impotencia por no poder ayudar en los problemas familiares, sentimientos de culpabilidad sin haber hecho nada, simplemente por sentir que no pueden resolver los problemas ajenos o por pensar que han podido defraudar a alguien querido.

Les cuesta mucho desconectar de esas emociones llegando a sentirse muy tristes o sin energía por «contagio emocional». 

Para estos casos, aprender a poner límites a las peticiones o imposiciones de las personas (que sabiendo de nuestra predisposición a ayudar, a veces abusan), y el aprender a pedir ayuda a otros para no desbordarse con tantas tareas y responsabilidades, se convertirán en habilidades sociales a trabajar de gran importancia, ya que si se trabajan desde la infancia, en la adolescencia y la adultez van a salvaguardar la salud psicológica.

 

 

Necesitan que se les hable con naturalidad y con «sensibilidad» sobre su rasgo

A veces los adultos, le comunican que son «Altamente sensibles» y no les explican adecuadamente lo que es el rasgo y porqué los han identificado con él. 

Se lo «sueltan» sin tener en cuenta que, aunque sean niños, con su alta sensibilidad se van a hacer muchas preguntas y que eso les va a generar mucha angustia si no tienen resueltas todas las dudas que les surgen.

No es la primera vez (ni creo que sea la última), que los NAS, lo primero que me preguntan en sesión es; ¿Qué es eso de ser Altamente Sensible?, que su psicóloga o sus padres se lo han dicho pero no lo entiende bien y no sabe si es bueno o malo.

Lo primero que les digo es que no es un trastorno ni una enfermedad (es lo que más les preocupa).

Los NAS son una minoría (alrededor de un 20%) y si has nacido con este rasgo, alguien más en la familia (padre, madre, abuelos) es también PAS aunque no lo sepa.

Simplemente (y complejamente a nivel cerebral) los NAS son más sensibles a los demás a estímulos, a las demás personas, y que aunque suelan parecer «personitas exquisitas, delicadas, quisquillosas», en realidad, también con esa sensibilidad ayudan a los demás a saber si un alimento está o no en mal estado, detectamos un incendio antes al olerlo muy rápido, promovemos la paz y el descanso si disminuimos los ruidos y la luz en nuestro entorno, podemos ayudar a los demás a ser conscientes de sus emociones, etc…

El que haya mayor número de personas que no sean tan sensibles a las percepciones o sensaciones sensoriales, a las emociones y al lenguaje no verbal de los demás, les hace sentirse muy solos en situaciones donde sólo ellos mismos detectan cosas, y esto implica emociones más desagradables y malestar, pero si lo procesan como algo natural, que pueden transformarlo en algún talento, oficio o alguna actividad creativa, puede hacerles cambiar su perspectiva y dar salida a esa soledad.

Suelo encontrarme con dos tendencias principales en la crianza;  

1. Sobreprotegerlos y pretender que todo su ambiente se adecue a su sensibilidad, eliminando y evitando todo lo que les molesta. Esto los hará aún más sensibles y les costará más adaptarse social y personalmente a lo largo de su vida.  Podrían darse más situaciones de aislamiento y sufrimiento.

2. Quitar importancia, ignorar o incluso negar su sensibilidad, y exponerlos a la fuerza a los estímulos físicos y sociales, provocando que se sobre-estimulen, aumentando su estrés y que su sistema nervioso se sobreexcite con las consecuencias que conlleva en el desarrollo de su personalidad, convirtiéndose en adultos nerviosos y reactivos. 

Aprender a acompañarlos con consciencia, proporcionarles información contrastada y veraz sobre la Alta Sensibilidad, comunicándoselo con naturalidad, sabiendo que su rasgo tiene aspectos positivos, pero también negativos que hay que aprender a gestionar adecuadamente para que no se conviertan en trastornos cuando sean adolescentes o adultos. 

Esta consciencia de su rasgo y el aprendizaje de habilidades para gestionarlo con salud, les hará sentir confianza en sí mismos y sobre todo, a no sentirse solos, tan importante para poder avanzar con seguridad en su desarrollo.

 

 

Necesitan que las personas de su entorno sepan las dificultades a las que se enfrentan como NAS, pero incidiendo en sus talentos, habilidades y potencialidades

Tendemos a comunicar las dificultades que tienen los Niños Altamente Sensibles para que los demás adultos o niños tengan en cuenta «los posibles comportamientos intensos» cuando sucedan, pero solemos obviar, que detrás de las dificultades, hay una gran cantidad de habilidades y talentos que pueden desarrollar, y que van a ayudar a las demás personas del grupo donde se encuentren (familia, colegio, grupo de amigos, etc…). 

Por ejemplo, los NAS son niños muy colaboradores, les encanta ayudar, así que, en una clase del colegio, incentivar la colaboración y el trabajo en equipo a través de los NAS, es un ejemplo de cómo potenciarlos y de cómo enseñar al resto del grupo una competencia tan valiosa. 

Con su creatividad los NAS son especialmente buenos en tareas novedosas. En las clases donde para determinadas actividades se puedan llevar a cabo «Tormentas de Ideas o Brainstorming», les ayuda a expresarse (con tareas repetitivas y no creativas se aburren y no se expresan), y a la vez, se trabaja con todo el grupo la competencia de Innovación.

 

 

Necesitan entrenar la flexibilidad cognitiva

Algo que trabajo a diario con todas las personas en sesión (sean PAS o NAS) es la flexibilidad cognitiva. Y no es casualidad.

La inflexibilidad conlleva gran malestar emocional y genera situaciones de conflicto.

Los NAS, son tozudos (por el perfeccionismo, hasta que no les salen las cosas como quieren, no paran), extremos (al tener tanta emocionalidad, lo mismo se sienten profundamente alegres que les invade la tristeza más absoluta), se mueven en términos de blanco o negro y los grises les provocan como una especie de desconfianza, como un animal salvaje que no se fía de lo que ve…

El pensamiento en bucle, la rumia mental por la cantidad de información que procesan y por el nivel de detalle que observan, les hace estar agotados, sentirse mal de forma muy intensa, y ese agotamiento junto con la emocionalidad hace que ya no puedan reflexionar con claridad.

Cuando un NAS siente con tanta intensidad, es difícil que se sitúe en un punto de equilibrio.

Escuchan una palabra con una entonación que no les encaja, un olor en el ambiente desagradable o muy fuerte que otros no huelen, una mirada que no concuerda con lo que les están diciendo, un sonido que nadie más escucha, «algo» que no saben explicar y que les cuesta entender…y ahí crean un pensamiento, una creencia para darle sentido y significado a lo que no comprenden, pero que en muchas ocasiones ante el desconcierto o la intensidad emocional alta, necesitan que les dé tanta seguridad que radicalizan el pensamiento (hay tantos matices y sutilezas que les cuesta ordenar toda esa información y pensar con claridad).

Para flexibilizar las creencias, es necesario reaprender a dar  respuesta y a pensar, para que el cerebro inicie el trabajo de basar los pensamientos en «hechos reales» y no en creencias limitantes basadas en hechos puntuales y estados emocionales.

Este trabajo desde niños puede hacer que los NAS mantengan las emociones más calmadas, relativizar las experiencias, crear pensamientos que potencien la búsqueda de soluciones y que no les limiten a la hora de realizar acciones deseadas. 

 

Libros sobre niños de alta sensibilidad que pueden ser de utilidad

Patricia Psicoach

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2 comentarios en «Niños Altamente Sensibles (NAS)»

  1. Hola! Increíble! Leer toda esta información y ver a mi hijo reflejado en cada linea, en cada párrafo, leer y ver su corta vida pasar en segundos antes mis ojos y comprender porque aquella rabieta fue tan difícil de sobrellevar, porque cada felicidad extrema terminaba en llanto o en rabia, porque aquella sorpresa no le gustaba, pero después lloraba porque si la quería, porque lloro tanto por aquel árbol al que miraba detenidamente cada vez que regresaba a casa del colegio y un día no lo vio porque lo cortaron, entender porque es tan importante para él cuidar hasta las hormigas, porque lloro tanto por aquella mosca que mate, o por aquella hormiga que encontró muerta sin saber que pasó, tambien es increíble saber que en medio de mi ignorancia en este tema de la alta sensibilidad, no he hecho un mal papel del todo, me he enfocado en entender sus emociones y explicarle porque las siente, le he brindado mis brazos para que se refugie aun cuando yo este abrumada por no saber que hacer en algunas ocasiones, también siento mucha culpa por no haber descubierto esto antes y asi fuera tenido mas empatía cuando lloro desesperadamente por aquello que no le salió perfectamente bien. No me queda duda de la alta sensibilidad de mi hijo, ahora trabajaré por ayudarlo lo mejor que pueda a entender porque siente como siente, porque le afecta tanto el ruido en algunas ocasiones, porque detesta cierto olores, o no soporta algunos sabores. Mil gracias por esta información detallada.

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    • Buenas tardes Cori;
      Te agradezco mucho el comentario contando tu experiencia.
      Trabajar la compasión hacia uno mismo disminuirá tu culpa,
      ya que es un proceso de aprendizaje aprender
      a acompañar a nuestros NAS y a conectar con ellos.
      La culpa debe servirte para coger fuerzas y no
      desánimo, saber que tienes que tienes delante otra oportunidad para
      enfrentarte a nuevos retos, ya que no te equivocas por mala intención, sino
      por desconocimiento.
      Los profesionales tenemos que hacer más esfuerzo en divulgar el rasgo,
      en formarnos más y mejor en acompañarlo, tanto a NAS como a sus familias
      y a adultos que acaban de descubrirlo y no saben cómo gestionarlo.
      Me alegro que te sirva la información.
      Cualquier duda o cuestión, puedes ponerte en contacto conmigo en
      patriciaespinosa@patriciapsicoach.com

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