¿Es un invento la Alta Sensibilidad?

Es sorprendente (y de dudosa intencionalidad) la divulgación actual que existe en algunos medios y por parte de algunos psicólogos y psiquiatras donde SE NIEGA LA EXISTENCIA del rasgo, diciendo que es una amalgama de trastornos mentales, exponiendo unos estudios que aún no tenían suficiente contrastación en su momento (los primeros estudios de Elaine N. Aron) y omiten los que están realizados con medidas científicamente comprobadas y avaladas con resonancia magnética, como por ejemplo, los anteriormente citados de Acevedo.

Que se está divulgando y comunicando que el rasgo de Sensibilidad de Procesamiento Sensorial o que las Personas Altamente Sensibles realmente padecen un Trastorno de Estrés Postraumático, un Trastorno Límite de la Personalidad, o un Trastorno de Ansiedad Generalizada,  es como poco, tener conocimientos muy limitados sobre ese tipo de trastornos y PATOLOGIZAR EL RASGO cuando no es una enfermedad.

Que haya personas que se identifiquen con el rasgo SIN CUMPLIR LOS CUATRO PILARES O FACTORES DE LA ALTA SENSIBILIDAD, y que digan que lo son, es una muestra de autoengaño quizá inconsciente de algunas personas, pero no podemos entrar en  casos personales, y ante estos casos, los profesionales especializados en Alta Sensibilidad, tenemos que ser muy rigurosos en distinguir muy bien el rasgo y prestar atención a la correcta identificación.

También se pone en duda el test, diciendo que tiene defectos psicométricos. Aquí os dejo el estudio publicado en una revista científica que explica cómo se hizo la versión española del test.

 

Que es un rasgo del que personas sin escrúpulos pueden hacer negocio de ello por ser aún un constructo en construcción, pasa y pasará, al igual que con otras cosas. Personajes sin escrúpulos de todas las profesiones se han aprovechado de la «necesidad ajena» toda la vida.

Pensar que sólo hay motivaciones económicas detrás del reconocimiento del rasgo, también es simplificar y volver a invalidar todo lo hallado a lo largo de los años.

Que es un rasgo con cierta deseabilidad social, lo es.

La cuestión, y una de las críticas que más se hace a la etiqueta de Alta Sensibilidad, es que las descripciones de las preguntas del test son tan generalistas y difusas, que cualquiera se puede identificar con ellas, provocando así que muchas más personas de las esperadas puedan identificarse con el rasgo y que tienden a responder para encajar en él.

Si uno lee detenidamente cada pregunta, en la vida cotidiana no conocemos a tantas personas que se sientan de ese modo realmente. 

Si la palabra abrumado la interpretas como «desagradable», realmente no estás contestando a «abrumado», y quien se ha sentido alguna vez así, sabe que la sensación es tan desagradable que necesitas salir de ahí y te afecta tanto psicológica como físicamente, llegando a enfermar dependiendo de la intensidad y el tiempo de exposición. 

Hay que ser muy riguroso a la hora de identificarse con el test y leer específicamente qué pone, qué significa y contestar de forma honesta.

Con la etiqueta de PAS, las personas pueden sentirse de algún modo «especiales» sin llegar a pensar que tienen un trastorno mental. En nuestra sociedad, por más visibilidad que parece que se muestra de las «enfermedades mentales», aún queda mucho camino por recorrer para que sean consideradas con la normalidad que percibimos las enfermedades físicas.

La investigación no ha hecho más que ir demostrando con datos el rasgo.

Es necesario que cuando se hable de la Alta Sensibilidad se hable con PRECISIÓN , sin entrar en generalidades ni casos específicos. Es necesario un conocimiento especializado y basado en los artículos científicos existentes. Hay que ir en la línea de demostrar que la Alta Sensibilidad es un constructo independiente de otros y con una validez sólida, evitando así la confusión y los sucesivos «ataques» de la inutilidad de esta «nueva» etiqueta.

Confundir a las personas con que el rasgo de SENSIBILIDAD DE PROCESAMIENTO SENSORIAL es de personas traumatizadas o personas enfermas, es desvirtuar la realidad y provocar que las personas que se identifican con el rasgo en su totalidad (no sólo en un área o dos), personas identificadas correctamente, se sientan aún más solas, raras y que no encuentren sentido a su vivencia personal ni puedan aceptarse.